sábado, 3 de enero de 2009

La Ruta de las Flores

























































































































Compartimos este dia con 1o Zablahs de 3 generaciones. Los hombres se quedaron a hacer compañia a Dona Tulita, convalesciente de una erisipela que aqui tiene mas connato de infeccion que nuestra version peruana de exceso de sol. Doña Angelita es mi companera de viaje, a pesar de ser Vasca llleva a El Salvador muy dento del corazon y no deja pasar oportunidad para explicarme e informarme sobre lugares y costumbres, es parte de la tribu Zablah politicamente pues tiene una hija casada con uno de ellos. me cuenta de los Volcanes Santa Ana e Izalco.
Pasamos por Sonsonate, ciudad de los cocos y por la habilidad de sus artesanos en hacer muebles de mimbre, carrizo, canas y bambues que exponen a orillas del camino en todas sus versiones: camas,muebles, sillass, comedores etc. Paramos en Nahuitzalco y caminamos por un mercado, me llama la atencion que en las canastas donde venden verduras tienen emposada el agua que refresca las misma, constantemente las estan rociando con ese agua. Me deleita ver a las lugareñas vestidas con encantadoras faldas, con distintos tipos de carga sobre la cabeza, se balancean graciosamente, algunas poniendo una especie de almohadita entre la canasta y la cabeza, otras sin nada mas que su destreza para hacerlo, cargan mimbre, frutas, textiles etc. Mauxi nos compra alboroto que es una especie de Popcorn con Chancaca. Pasamos por Salcoatitan y llegamos a Juayua por un camino precioso de buganvilas de distintos colores, dicen que por el camino huele a la pulpa de cafe, yo sigo buscando mis olores lugareños pero mis sentidos se declaran en huelga y no logro distinguir ese exquisito aroma. Paramos en la plaza principal siendo parte del famoso festival gastronomico, aqui si es imposible ignorar los olores de los diversos potajes y nos amalgamos en el mar de gente, musica, olor y sabor. Terminamos sudadas, condimentadas, practicamente parrilladas, pegajozas y felices de sentir tanta vida alrededor. Gaby y yo compartimos un plato completo compuesto de un lomo suavecito, chorizos que son bolitas muy bien condimentadas de carne, arroz, aguacate (palta) chirimo (tomate picado) y queso. Pedimos jugos lugarenos y La Ensalada resulta la sorpresa de la tarde con sus frutas picadas, lechuga picada, berro y maranon como me explica luego Angelita. En medio de toda esa algaravia esta la iglesia venerando al Cristo Negro. La musica pegajosa que toca las canciones de los Beatles en version centroamericana mezcla de cumbia y bolero me transportan a una vendimia mas que a una cofradia religiosa. Las reinas adolescentes se pasean orondas con sus coronas y bandas, ingresamos a la iglesia y de pronto se abre una puerta al paraiso: el contraste de colores entre la iglesia, el cristo negro y el paisaje afuera visto por una puerta lateral me quitan el aliento. A lo lejos se divisan los cerros cubiertos de vegetacion y nubes de un color verde oscuro y gris, delante estan los arbustos iluminados por el sol de un verde claro lleno de vida, los tejados de colores dan los toques de beige y rojos y todo enmarcado por un porton marron de la iglesia con sus paredes blancas, simplemente la puerta al paraiso. El Cristo negro es venerado, escaleras laterales nos llevan hacia El, le rendimos culto por atras y podemos presenciar desde lo alto el espectaculo de la iglesia. El altar esta decorado con las flores rojas de pascua y el nacimiento y arbol de navidad contrastan con estos colores naturales poniendo sus lucecitas artificiales y decoracion chillona navideña. Un grupo de jovenes toca la guitarra y le dan una atmosfera relajada de bienestar a esta imagen, que complacida se siente acompañada y quizas piensa que no todo fue en vano en su sacrificio, el tañir de las campanas confirman su bienestar y llaman a compartir. De pronto penetro un rescinto lateral, dedicado al sagrario, todo celeste con la imagen de......Daniel, mi querido ahijado Daniel encarnando probablemente al Niño Jesus. es su vivo retrato, su cabello dorado, sus ojos color de cielo, la boca entreabierta sonriendo ligeramente cuando se sabia idolatrado, parece que pintaron esa imagen partiendo de una foto de Daniel y al costado una bellisima imagen de la Virgen Maria adolescente, pura, rebozante de inocencia y confianza, una madre angelical adolescente y me viene a la mente mi hermana, la madre de Daniel y lo fatal de su existencia actual, sin Daniel, cuan distintas las imagenes de madres , ambas perdiendo al hijo, es el toque celestial el que hace la diferencia, el que da la fortaleza, la cordura, la confianza.
Salimos de Juayua y nos dirigimos a Apaneca con sus postes pintados de flores, los matorrales del borde dle camino nos permiten divisar de tanto en tanto un valle que se extiende a nuestros pies quitandonos el aliento, todo verde, extenso alli abajo, los cafetales en pleno resplandor resguardados en todo su deredor por cerros peludos de vegetacion, vemos que vamos por el km 91 y nos mencionan que debemos estar a aprox 1300 msnm. Llegamos a Ataco, famoso por sus talladores y fachadas pintadas, los vecinos hacen concursos y los distintos colores y motivos son prueba del esfuerzo colectivo de esta region por darle mas color a vida. Los pequenines del carro aun no han sucumbido a este encanto, mencionan que no hay carros chivos en la region, pronto cambiaran de idea. llegamos a la plaza donde nos espera un grupo de marimba que me roban el corazon, no esperaba encontrar esta musica aqui, tan centroamericana, tan estival, tan llena de vida, de alguna manera no contaba con este regalo de bienvenida y me emociono al observar los maravillosos arboles de la plaza, los abrazo, les doy las gracias por este regalo de dia y de compania. Hacemos una maraton de compras, ya nadie nos para y menos en Ataco, sucumbibmos a la fiebre consumista intentando llevarnos un pedacito de este encantador pais en lo que compramos, desconfiando de la memoria del corazon, temiendo caer en el olvido y que estas experiencias se diluyan en lo cotidiano.
Paramos en las cabañas de Apaneca, donde por fin penetramos el monte. Me sorprende descubrir cabanitas enclavadas en pleno monte, me siento a deleitarme con la quebrada, ahora si percibo olores de humedad, de verdor, de flores, de tierra, paisaje de yungas, paisaje tropical, paisaje que parece inmaculado., sin etiquetas. No me interesa no saber como se llaman las flores, las siento y adquieren su propio lugar en mi corazon.No me explico como este pais con tanto candor pudo haber soportado tantos años de guerrilla, su gente, su vegetacion, su expresion no parecen testigos de tiempos de guerra, mas bien parecen niños llenos de alegria de vivir y de esperanza en el futuro. Pienso en los emigrantes Salvadorenos regados por todo el mundo, que tuvieron que dejar este pequeno paraiso para sacar a sus familias adelante, que dificil y duro sacrificio, dejar esta calidez de gente, de paisaje y de colores por el mundo frio y gris de Europa y Norteamerica, es incomprensible, inimaginable, inexplicable.
El dia llega a su fin, estamos absolutamente agotados y cada uno duerme en las posiciones menos imaginables de regreso a San Salvador, siento que mi cabeza rueda por todos los asientos y en todas las direcciones sin dejar de dormir, que testarudez para encontrar el descanso reparador!
llegamos con gran algaravia a San Salvador, Doña Tulita esta mejor para alivio de todo el grupo, nos alistamos a continuar con el programa, falta la despedida de Lia quien parte mañana a Washington: maraton de actividades y sensaciones.

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