miércoles, 11 de marzo de 2009

Sol y Luna

No se a que lado de mi vida perteneces, no se que lado de mi alma te alberga.
Si el día o la noche, si la luz o la sombra.
Cuando intento sacarte de la sombra y mostrarte a la luz me ciega el resplandor desafiante, mis ojos no están aun preparados para semejante revelación, mi entorno tampoco. Si te ilumino en medio de la sombra con un rayo de luz se pierde tu perfil y solo apagando todo te encuentro nuevamente, a tientas, con el alma, no con los ojos.
No se si solo eres un reflejo de mis deseos o eres un anhelo de mi alma, no se si caminamos juntos por alguna senda o eres parte de mi sombra, ya permanente. Mis sueños podrían albergarte sin temor a definirse, en un mundo desconocido donde no tenga ni historia ni pasado.
Tengo miedo definirte, tengo miedo ubicarte en algún lugar inconfundible de mi ser. Tengo miedo gritar lo que deseo desde el fondo de mi corazón, que te quiero desde siempre y desde nunca, para siempre y sin remedio, con locura y con cordura, con temores y desafíos, con tristezas y gemidos de un amor incomprendido que nació jugando y se quedo desafiando.

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