lunes, 23 de marzo de 2009

El Eterno Ausente

Increíble, no puedo creer que sigas presente, que sigas ausente en mi vida.
Me acompañaste desde mi adolescencia, llenaste mi vida de una perspectiva nueva, de otro mundo, no solo el tuyo sino que aprendí a descubrir mi mundo, fuera de mi entorno, mi cuerpo, mi corazón y al final, como gran legado mi insaciable sed de independencia.
Creí que tenias la patente amatoria, me equivoque, hoy tienes un digno sucesor que borro con un solo beso tu sello, abriéndome los ojos y quitándole el sello de irrepetible a mi memoria sensorial. Sin ese ingrediente tu recuerdo se hace más terrenal, menos ficticio, menos leyenda.
Hoy tu familia me ha vuelto a llamar, para festejar con ellos y con tus recetas la dicha de haber compartido contigo tu esencia. La esencia de tu saber vivir, saber disfrutar, vivir en tu isla y dar la bienvenida a quien este dispuesto a compartir contigo tangos, spaguetis, vino y pasión.
Me queda el sabor de tus labios, de tus increíbles recetas, del vino a la luz de las velas ,embriagando no solo nuestros sentidos, sino nuestra noción de alejamiento, quedan los poemas que compartimos, los acordes de Goyeneche y los textos de Cabral y Matilde Marol, el recuerdo de las timbradas zurcando los 10,000 km que nos separaban y nos devolvían la ilusión que por ciertos segundos éramos uno, día tras día, año tras año, durante 23 increíbles años, sin importar tiempo y espacio., que extraño! nuevamente 23 años de relación........
Queda el recuerdo del inmenso dolor que significo separarme de ti, de la sensación de vació durante los primeros meses en el exilio gélido en baja Sajonia, donde tus cartas me llegaban con mi nombre y tu apellido, marcando terreno, haciéndome tu pareja sin importar las convenciones. Queda mi fidelidad absoluta hasta que tu mismo la rompiste dándome la primera puñalada de muerte en vida, prefiriendo dejar de respirar antes que dejar de amarte. Queda el sabor del reencuentro distante, 15 años después en otro terreno; Yo insoportablemente arrogante y tu insoportablemente condescendiente, recibiendo mis migajas sin exigir nada, solo el hecho de seguir siendo parte de mi vida paralela. Queda el recuerdo de tu mirada,presagiando tu desenlace cuando compartí contigo mi inusitada maternidad. En ese momento comenzaste a morir, lo se, te separaste de la ilusión de exclusividad en mi corazón por toda la eternidad,
Queda tu absurda agonía sin compartir y mi testarudez por no querer aceptarla y al final queda saber que fuimos la pareja menos real que existió durante 23 años de ilusiones, pasión, fantasías, sueños, poemas, lágrimas y alegrías en el mundo de nunca jamás, para terminar hoy celebrando con tu familia el hecho de haber sido parte de tu vida y de tu muerte.

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