sábado, 21 de marzo de 2009

Guiandua

Fin de semana cultural
Primero el concierto de Música Juvenil, donde un portero no nos dejaba entrar, primero porque no teníamos los libros de la entrada y segundo “porque era solo para jóvenes” es verdad, creo que ni sumando la edad de absolutamente todos los asistentes llegaban a nuestra edad sumada, pero no contaban con nuestra eterna adolescencia. Conseguimos los libros; “El libro de la Selva” y “Kafka” logrando entrar a ese templo juvenil donde Jazz y Punk se explayaba. Inmediatamente me cautivo, no se si por el sueño que queria salir de mi cuerpo y necesitaba esos martillazos musicales o porque de pronto despertaba en mi la punk que nunca me atreví a ser y siempre quise sacar. Luego Los Inyectores culminaron un concierto que termino uno hora antes de la programada y por eso Nebuloso se quedo sin ver nada. La feria de la Selva Central estuvo alucinante, una algarrobina deliciosa y un corolario de fuegos artificiales salidos de la nada nos confirmaron que estábamos en el lugar y hora indicados. Hoy, de vuelta en mi templo del autodescubrimiento; el Club de Teatro, donde alumnos de segundo año presentan una obra no solo interpretada por ellos sino escrita también por ellos, finalmente Reynaldo, mi Guru de siempre, mi eterno amor imposible, el puente entre E. y yo cuando hace 31 años me cautivo interpretando “Heredaras el Viento” y sello mi rumbo paralelo al teatro, a los actores, a mi vena actoral hoy completamente enterrada pero siempre latente , el teatro que siempre me permitió llegar a los confines menos sospechados de mi ser y a la vez los mas osados y auténticos. De regreso Reynaldo nos interpreta un solo muy osado, disertando sobre su experiencia con las Tetas Asustadas que se ha topado, siempre preguntando cortésmente si alguna se asustaba, explayándose en los detalles que podían mal interpretar o guiar a un susto pero definitivamente no, con Reynaldo nadie se puede asustar, solo disfrutar y vaya que disfrutamos en ese corto trecho llevándolo a su cita con dos admiradoras que inmediatamente se lo tragaron cual agujero negro en el Urban Café. Esto nos permitió conocer el Perú Vas y anotarlo en la próxima programación. Un delicioso helado de Guiandua corono una noche especial, luego de una interesante y breve charla sobre Penélope y Aromas Ausentes me confirmó que si, yo escribo para uno y para todos, de uno y de todos que ningún escrito tiene nombre propio y todos llevan mi sello inconfundible y universal sin ser posible adjudicar a un solo personaje una sola línea mía, todos brotan de mi alma, todos de mi imaginación para uno y para todos los que me rodean dando siempre la impresión de hablar con nombre propio y al final resulta un idioma universal para todos. Bienvenidos los que se reconocen, bienvenidos los que se identifican, bienvenidos todos los que se confunden y creen que mi alma y mis líneas les pertenece. Le pertenecen al viento, a la arena incontable, al agua que se escapa de las manos, al sol que nace en las mañanas y muere de noche, a todo lo que sentimos y no podemos ni domar, ni doblegar, ni poseer: como mi alma indomable y sin dueño.

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