30 años no es nada

30 años no es nada, solo nuestra historia juntas.
Esta cumbre ha sido tan linda, tan espontánea y especial que creo que cada una de las integrantes se ha sentido feliz de estar allí. Nadie se estresó y una a una íbamos cayendo, entre abrazos, gritos, fotos y risas nos volvimos a re-encontrar, re-conocer, a re-inventar otra vez en una de las famosas cumbres de los 30 años.
Esta vez hubo tiempo para conversar, de poquitos, en esquinas, en mesas, en el parqueo y hasta en la barra delante del baño y conectábamos inmediatamente.
¿será la navidad? ¿será que se acaba el año? Será que muchas han venido especialmente por estas fiestas tan emocionalmente cargadas que todas estábamos con la sonrisa a flor de piel y el corazón receptivo?
Nos hemos reído a carcajadas con las ocurrencias de la Sha..., enternecido con el cuento de hadas que es la historia de Ch...., conectádo con M... que es tan empática con todas y se transporta inmediatamente al lugar del relato, con la mente y el corazón.
Incluso se apareció R. S. de casualidad y nos tuvimos que presentar todas de nuevo, los dos años que compartió con nosotras la conectaron con nuestras caras y no con nuestros nombres, pero conexión al final y al cabo.
Nuestras historias de familia, trabajo, procesos internos y externos de cambios, hubo de todo y de todo se compartió, hubo una comunicación especial por la que damos todas las gracias a los astros, a los apus, a los dioses y sobre todo a nuestros padres que nos pusieron ese año en ese colegio.
Nadie se reúne tan maratónicamente como nosotras, es cierto, fueron quinientas cumbres y cada una nos trajo mas cerca, a las que participaron directamente y a las que nos siguieron los pasos desde lejos, todas hemos estado unidas y hemos cumplido el objetivo, no caer en el olvido, reforzarnos como hermanas que somos de la Prom XV.
Les muestro el dedo del medio cuando me quieren elegir vitalicia, eso no se planea, se hace o no se hace y aun….no termina el año de los 30 años, aun podemos seguir riéndonos maratónicamente y queriéndonos como somos, porque nadie nos puede mostrar mejor cara y pasado que el que compartimos y nadie nos puede contar mejor historia que la vivida juntas.