lunes, 19 de octubre de 2009

El Silencio de las Consonantes

W. se fue dejándome en libertad para volar, para amar, para experimentar para descubrir.
Hace exactamente un año que B. me llevo al borde de mi capacidad emocional para aguantar a una pequeña tirana como jefa, en mi desesperación renació Fiona luego de 30 años de vivir dormida, apoderándose de mi mas pura esencia, volcandola en estos textos.
R. me ataca despertando mi instinto de supervivencia emocional, material e intelectual, dormido cual la bella durmiente y esperando el beso ácido de la agresión.
L aparece despertando mis sentidos y me devuelve a mi condición de mujer, dejando de lado por primera vez en 10 años mi versión mas representativa, la de madre.
Descubro a Ch. y en su vulnerabilidad, osadía, experiencia y desampare me encuentro como amiga, compañera, amante. Al querer encasillarme en el rol de madre huyo. No puedo ser mas que madre de mi coneja y lo que necesito ahora es un compañero en iguales condiciones de ansias de salir adelante.
S. se filtra imperceptiblemente en mi turbulenta vida familiar, despertando mi instinto explorador, compartiendo con el me veo en mi versión mas osada e incondicional y logro evadir por instantes el ojo de la tormenta en que me encuentro.
Necesitaba compartir con los 13 de gallo este proceso porque son lo mas preciado en mi vida; mis amigos.
El Silencio me abre los sentidos, ordena mis pensamientos, hace que mi futuro este realmente al alcance de mis manos y de mi voluntad. Ya no le temo a la vida y vuelvo a ponerme alegremente en manos de mi destino.

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