domingo, 25 de octubre de 2009

El Dorado

Es fascinante observar como el fuego encuentra siempre su camino, como se escabulle, hurga y por fin vence prodigando su color y calor.
Me doy cuenta que todo lo dorado me embriaga; la arena dorada del desierto, las llamas doradas del fuego, el dorado incandescente del sol. Es un dorado prodigo, vivo, que comparte, no es el dorado metálico que corrompe y obnubila. Es el dorado que da luz y claridad al alma y al pensamiento, que limpia, que regenera, que alimenta.
Marshmello dice que la primavera vendrá, luego de hacerle el ritual de la chimenea, me pondré a bailar alrededor de las llamas doradas y rojas, ahuyentando los espíritus malignos que nos acechan y declarare mi amor a la vida abiertamente, con estas danzarinas doradas, ofreceré las cenizas de los rencores al viento y me reconciliare con la vida y con lo oculto dentro de mi; *ofreceré la certeza de poder ir a las penas mas fuertes sabiendo que son soportables, ofrecere mi reconocimiento que no es posible finalmente ser feliz sin crecer, sin madurar, ofreceré mi paz conmigo misma.

* conclusiones llegadas con Marshmellow, a la luz de la chimenea, en un Domingo perfecto en armonia

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