sábado, 14 de febrero de 2009

Hay Abrazos y hay abrazos

Abrazos, muchos y diferentes abrazos.
Abrazos semanales, abrazos de fin de semana, abrazos de reuniones con amigos, abrazos de amantes, abrazos filiales, abrazos familiares, abrazos con distancia, abrazos que ahogan, abrazos que queman, abrazos que animan, abrazos que dan temor, abrazos que consuelan., abrazos que comparten.
De Lunes a viernes fácil consigo 12 abrazos por día, tengo por lo menos 8 victimas en el trabajo a las que persigo hasta que cumplan con darme su abrazo diario y es enternecedor ver como este ritual esta afianzándose, nos está acercando. Al principio eran los abrazos formalitos, ahora algunos están acompañados de un beso y siempre con los mejores deseos de tener un buen día, a pesar de nuestras atribulaciones laborales. Se ríen, ya no se esconden porque ahora los abrazo en todas partes. Para todos es ideal darme el abrazo en mi escritorio perfectamente camuflado, ahí casi nadie se percata pero ahora los exijo en plenas oficinas casi publicas, es tan jocoso ver como se van parando el resto de testigo de semejante singular ritual, asumiendo que mi victima tiene cumpleaños, si no es tonto o tonta aprovecha la confusión para ir juntando por su parte mas abrazos. Para muchos mi abrazo es el único del día, por eso aprovecho en darlo bien dado, con mucha energía positiva, con muchos deseos de que salgamos airosos de toda situación difícil.
Hay abrazos únicos, que van constituyendo mi tesoro del futuro, como el abrazo diario de mi madre, que creo aun no se percata que me lo da, mejor dicho que yo la abrazo porque ella es el origen de ese pánico al acercamiento físico que es común denominador de las 4 hermanas. Recuerdo cuando quería abrazarla de pequeña, cuan difícil era que ella lo tolere, a veces la agarraba de sorpresa y no le daba tiempo a poner la valla de distancia. Seguro nunca se percato de eso porque su manera de demostrarnos cariño fue siempre clara, solo que no fue física, lo que un niño necesita al principio, pero bueno, estoy recuperando miles de abrazos con ella, muy temprano de mañana, de lunes a viernes es mi primer abrazo. El abrazo karateca de mi coneja, que se ha propuesto derribarme un día de estos al dármelo, parece que todos los niños lo hacen, no se miden en su embestida, así que recordando mi desazón infantil me preparo para la brutal embestida, a veces salgo herida, otras simplemente medio asfixiada y amoratada. El abrazo cauteloso al inicio de Ronald, el chico de la limpieza, ahora se ríe y creo que es parte de un ritual que nos hace mucho bien a los dos. El abrazo al angelito atormentado, que vive miserablemente infeliz con su jefa el día a día, madurando, cavilando, tomando a diario la determinación de ponerle un estate quieto, mi abrazo es entonces un energizante para que lo haga por fin. El abrazo con el Nebuloso, aun muy formal, intento darle mucha fuerza, optimismo, ganas de burlarse de su día a día y sacar por fin el joker que tiene dentro y que lo haría un verdadero gigante en la oficina si solo lo dejase salir, si solo con ese abrazo se despidiese a diario de sus temores al desempleo liberador, el abrazo fraternal, amical, levemente apasionado de W. sazonado muchas veces de largos besos mientras escuchamos música, con un cierto ritmo de lo que escuchamos, abrazos y besos largos que nos hacen disfrutar el momento, ya sin casi pasión pero con mucha ternura y cariño.
El abrazo del ex- gordo apachurradle que intenta triturarme los huesos sin aun lograrlo, que me quita el aliento y me hace sentir amiga, mujer, amante., cómplice.
El abrazo de la querida tía I. muerta de risa a diario con mis locuras en su oficina tan formal.
Luego viene la sarta de abrazos furtivos, casuales que exijo de acuerdo a la situación, explicando siempre que colecciono abrazos. Este preámbulo rompe barreras y la gente piensa que simplemente me esta ayudando en mi record Guines, sin darse cuenta que estamos conectando, que estamos sintonizando, que estamos fraternizando.
El abrazo de los socios! cuyo joven amor parece remontarse ancestralmente a los tiempos de Marco Antonio y Cleopatra, tan inspirador que luego de recibirlos tuve que salir corriendo, dejando todos los preparativos para de nuestra reunion y escribir esta nota.
El abrazo temeroso de quien uno no sabe si recibirlo o no pero por razones de no discriminación son parte de la lista, rogando que no nos pasen energía negativa, envidia, hipocresía y maldad a pesar de ser la persona que me dio la idea de esta colección singular.
Luego viene el abrazo gatuno de Mario, que se deja apachurrar y me deja sus pelos en toda la ropa, no se puede exigir el abrazo de las hembras Gaby e Isabel porque como buenas Anaya, se resisten con todas sus fuerzas a entregarse tan públicamente.
Finalmente viene la lista de abrazos no dados, que deberíamos dar pero aun no logramos romper esa barrera, cuando lo logremos, seremos mas libres.
Y así, seguimos abrazando, comunicando, recibiendo y rompiendo fronteras, ojala pronto sea contagiante, se propague cual epidemia y vivamos en algún momento todos con muchos abrazos y menos temores

No hay comentarios:

Publicar un comentario