domingo, 26 de abril de 2009

Los chanchos vuelan

Quema cerebro, quema la vida, quema toda esperanza de alguna vez caminar juntos por un sendero que lleve a algún destino.
Tristeza, realidad simplemente, resignación y deseo de tapar el sol con un dedo.
¿Qué me toca hacer? Romper todo lazo? dejar que se hunda solo?, abandonar la locura de vivir este capitulo juntos? Seguir adelante, sosteniendo su mano e ignorar todas las señales de peligro que me advierten que puede absorberme en el torbellino en el que se hunde?
De todo un poco; huir en la mañana y volver en la tarde, romper de noche y anudar de día, zozobrar unos instantes e ignorar eternidades, dejar de pensar con el cerebro y sentir con el corazón sosteniendo su mano, hasta que el mismo la suelte, tragado por el torbellino que el mismo provoca.
Advertir? Que? Que se esta aniquilando, ganándole la carrera a la adversidad de los achaques? Lo sabe mejor que yo, lo sabe su entorno, lo sabe su viejita desde arriba, lo sabe mi corazón y lo registra mi cerebro y aun así………….sigo a su lado.
Aun quiero retar al vicio, aun quiero retar a la enfermedad, aun quiero retar al destino y arrancharle una porción de felicidad compartida hoy, aquí, juntos, ignorando todas las señales que pronostican la debacle.
Me reconozco don Quijote luchando brevemente contra los molinos de la adversidad, me reconozco Robin Hood defendiendo ilusamente,por unos instantes lo indefendible en nombre de lo humano, me reconozco sobre todo yo, buscando las sombras mas adversas que den sombra a mi vida soleada apaciblemente, sedienta de lo prohibido, hambrienta de lo peligroso, justificando mi locura. Queriendo aun aquí ganarles la jugada a mis adversarios que llevan la ventaja de la eternidad comprobada en llamas, queriendo arrancarles un adepto de las garras con mi sola presencia ilusa , ofensivamente inocente, pero sobre todo exasperantemente despistada. Queriendo dar luz en las tinieblas de terrenos que destierran el sol como enemigo, queriendo dar calor en los polos, llevar esperanza al verdugo que acecha. Que ridículo! Que patético! Que iluso y que vano.
Pero así de vana es mi esperanza, así de ilusa es mi lucha y así de testaruda soy yo que seguiré sosteniendo su mano, hasta que el mismo la suelte………….porque mi adicción es su presencia, mi destino es ser testigo , mi sentencia es ser obsesivamente testaruda ante lo imposible y mi absolución es creer que los chanchos vuelan.

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