jueves, 5 de agosto de 2010

Agosto, mes de los vientos

…… decían todos y yo no lo creía…… hasta hoy. En mi edificio el “uuuuuuuuuuu” del viento era terrorífico, si en la ventana un rabioso cielo azul y un esplendoroso sol no me ubicada, hubiese pensado ser parte de una película terrorífica.
Luego en la calle, aun dentro del edificio, veía el polvo de la calle a merced de los caprichos el viento, volando en turbulencias contra el sol, las doradas partículas merced de ese elemento entregarse a su destino. Los arboles aun verdes se resistían al viento, protestando suavemente con el barullo de sus hojas moviéndose frenéticamente, el viento en mi contra, me obligaba a usar los lentes de sol pues de otra manera era imposible luchar contra el polvo y particulas que se me venían en contra. Agosto mes de vientos, un cielo azul completamente desnudo de nubes confirmaba esta expresión, ninguna nube podía hacerle frente a este brioso viento, joven aun, experimentando todo su vigor en esta ciudad rodeada de gigantes dormidos, de un verde pálido que duermen cual la bella durmiente, arrullados por ese cantar del viento, por el calor del sol, por el vaivén de las hojas.

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