sábado, 11 de septiembre de 2010

mi adorada complice

Quiero recordar nuestras travesuras. Cuando subías a tus ochenta años el cerro del Silencio. Alguna vez dijiste que querías que esparzamos tus cenizas allí, recién ahora lo recuerdo. Quiero recordar nuestra complicidad. Éramos traviesas las dos y nos gustaba ser cómplices en esto. Alguna critica que no se debía hacer, alguna queja que nadie nos podía reprimir, un chismecito bien compartido y alguna pecadillo gastronomito nos unía, secretamente. Cuando hablábamos por teléfono te quejabas de mi ingratitud, siempre tuviste razón en eso pero hoy estas constantemente en línea y podemos retomar esa complicidad. Nos quisimos mucho y ahora nos querremos mas en estas dimensión, sin intermediarios ni interrupciones, ya no te limita el cuerpo ni te afecta la soledad, ahora nos puedes ver a todos en palco y ser parte de nosotros, eternamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario