sábado, 23 de enero de 2010

Que buen aguacero!!!!

Que rico poder desahogarse sin inhibiciones como lo ha hecho hoy el cielo Juliaqueño. Sus Nubes preñadas de liquido dieron a luz un mini diluvio que a nadie fascino más que a mí, corría de una ventana a otra tratando de obtener la mejor “vista” de este panorama inusual únicamente para mi, no solo la cortina liquida me maravillaba, cuando el espectáculo multimedia de los rayos se acercaba solo me faltaban el pop corn para sentirme en el mejor cine del mundo, contaba los segundos que separaban la distancia del ojo de la tormenta, con 4 km fui feliz, cuando llegamos a 2 y el rayo fue largo, de 3 plateados diferentes, zigzageando y amenazadoramente cerca entonces me dio simplemente miedo y empecé a evaluar las alternativas de evacuación, graciosamente me encontraba junto al cable más grueso de la habitación que tenia el cartel “peligro riesgo eléctrico” y asumí mi categoría de probable víctima del siguiente rayo. Fue maravilloso ser cómplice del cielo en este estalldio de colores y humedades. Fue maravilloso sentirse nuevamente mortal empapado. Si no hiciese tanto frio me hubiese gustado bailar la danza de la lluvia y ser simplemente feliz bajo este universo húmedo, pero no pude y fui simplemente feliz resguardada, aceptando esta maravillosa bienvenida liquida.
A la mañana siguiente enrumbo un nuevo recorrido, previo jugo deQuinua delicioso, esta vez me enrumbo hacia el mercado, todos los cabritos se me ofrecen prodigos, decido tomar un caldo de cabeza de una ambulante, la lluvia es perenne esta mañana. No tan apasionada como ayer pero continua, insistente y con ganas de quedarse todo el dia. Tomo mi caldo que con la lluvia nunca se acaba! Me equivoque al pensar que el soroche no me afectaría en mi tercer dia, si esta ahí presente y mejor me tomo mi pastilla apenas llegue a la oficina, lo que hago aplicada y dispuesta a sacarle el jugo a este sábado laboral, combinando mi curiosidad con el empeño de disfrutar de este regalo inesperado.

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