sábado, 2 de octubre de 2010

Primavera Cusqueña

Es mi primera primavera cusqueña. Pensé que en estas latitudes solo había época de lluvias, de sequia y helada pero no, escucho literalmente los pajaritos cantar y las lluvias me recuerdan que es el tiempo de la fertilidad. Las nubes aparecen oscuras y no mienten, en algún momento se desahogan a menos que un vientecito travieso las empuje para otro lado. Es alucinante porque el sol sale y las nubes oscuras están también allí, en algún momento, escuchas el rugir de un trueno, vez un rayo escurridizo que no quieres reconocer, te empiezan a caer gotas aunque encima de ti haya un cielo azul, jugando a la chapada con las nubes que evacuan por otro lado pero el viento te trae las gotas, buscas un arco iris que juega a las escondidas y es un sinfín de sensaciones; un calorcito primaveral te arrulla, un viento tibio se cuela por todos lados y luego cae la lluvia, enfriando todo nuevamente porque el sol aun es muy juvenil y no tiene fuerzas para calentar tanto, entonces te mueres de frio porque tan abrigada no saliste…… así tienes todas las estaciones en un solo día y no sabes cual te sorprenderá grata o ingratamente.
Primavera cusqueña; traviesa y juguetona, te muestras incierta y coqueta, atrapándome con tus encantos, despertando sensaciones que me sorprenden a mi misma, primavera cusqueña, nos reconocemos después de mucho tiempo, aunque seas parte de mis recuerdos mas tempranos de niñez, escondidos en mi subconsciente, rescatando mi pasado y validando mi presente.

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