Viaje a Chumbivilcas nuevamente, sucedió de manera imprevista, sin poder prepararme en ningún sentido. El camino comienza totalmente verde, en Yaurisque un precioso puente colonial con un Angel en el medio me da la bienvenida y me despide de mi ciudad, hacia el proyecto. En Pacarectambo me entero que es la cuna de los hermanos Ayar y bebes de todas las especies me enternecen; corderitos, terneros, potros acompañando a los adultos se escabullen y huyen de la camioneta.
Un olor delicioso nos acompaña desde Pacarectambo y las cigarras nos arrullan con su canto.
Antes de entrar a Haquira una bellísima llama blanca se confunde con las nubes con un fondo de cielo azul, posando como para una postal,
Los cerros del proyecto se muestran con su capa madura, el cielo es intensamente azul sin tantas nubes que brinden variedad al paisaje. Un rayo me toma de sorpresa seguido por una granizada intensa, los elementos se pelean todos por mi atención, mientras antes un viento me entraba por todos los poros, ahora la granizada apenas me deja ver 02 metros de distancia , que caleidoscopio de intensidad.
Hoy la reunión de los hermanito ( evangelistas) fue intensa hasta hacer brotar lagrimas de mi seco corazón, adormecido con el día a día sin detener el reloj de la vida, dejando pasar la vida, reteniéndola en mi memoria con este regalo de la naturaleza, considerando todos los obstáculos que me atemorizan y quieren vencerme, sintiendo la arena en mi zapato.
El retorno a Cusco con la despedida titilante de las estrellas, los Andes iluminados por una preciosa luna me hicieron sentir intensamente viva. La adrenalina de la partida con el cambio de guardia, partir con todos los colegas eufóricos, sentir que también tenía 10 días a mi disposición y que podía conquistar el mundo y las galaxias enteras en esos 10 preciosos días, fue intenso, muy intenso y abrumador
Esta naturaleza, este regalo inesperado de los Apus me recuerda que no soy más que una cometa al vaivén del viento, jugando con él, sin olvidar que tengo mi ancla y mí destino.
Chumbivilcas Trek again, it happened unexpectedly, unable to prepare me in any way. The road starts fully green, Yaurisque with a beautiful colonial bridge and an angel in the middle welcomed me, saying good by to my city towards the project. In Pacarectambo I hear that is the cradle of the Ayar brothers and I see babies of all species they soften, lambs, calves, foals accompanying adults scurring and fleing from the truck.
A delicious smell goes with us since Pacarectambo and cicadas accompany us with their singing.
Before entering Haquira a beautiful white llama merges with the clouds with a blue sky background, posing as a postcard
The hills of the project show their mature layer, the deep blue sky has not so many clouds that give variety to the landscape. A lightning takes me by surprise followed by a severe hailstorm, the elements of nature are all fighting for my attention, while a wind goes through every pore of my skin, the hail now let me see just 02 meters away, what a kaleidoscope of intensity!
Today's religious meeting was so ntense that brought out tears of my heart dry, numb with the day to day without stopping the clock of life, letting life, holding it in my memory with this gift of nature, considering all obstacles that frighten me and want to beat me, feeling the sand in my shoes.
The return to Cusco with the farewell of the stars twinkling, the Andes lit by a beautiful moon made me feel intensely alive. The adrenaline of the departure with the rotating schift, with all the euphoric colleagues. The feeling that I also had 10 days at my disposal and I could conquer the whole world and the galaxies in those 10 precious days was intense, very intense and overwhelming
This nature, this unexpected gift of the Apus reminds me that I am only a kite in the wind , playing with it but not forgetting that I have my anchor and my destiny.
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