Si, existe un tesoro inmenso detrás de esta enfermedad y
como todo buen tesoro, si es andino incluso, está escondido, se manifiesta en
segundos, se esconde y uno debe seguir buscándolo, sin perder la esperanza de
encontrar eso que nos solucione la vida.
En mi madre se manifiesta cuando se pone a jugar como una
niña con las bolsas que ponemos por casualidad a su alrededor, de pronto, la
encontramos armando muñecos, de lo más entretenida y concentrada, como si
fueran globos a los que ella le da la forma imaginaria, disfrutando serenamente
del resultado.
Son las caritas que encuentra en todo a su alrededor, sobre
todo en la comida, siempre hay caritas, en las conchas de la playa, en los pedacitos
de pollo a la brasa, en el puré de zapallo.
Es en su alegría inmensurable cuando ve algo colorido. Es en
deleite de la mesa con gente.
También existe la percepción que tiene de lo que sucede, ese
“sexto sentido” que desarrolla que no tenía antes tan agudo de insistir en ver
a alguien que necesita atención, en los peligros inminentes que nos acechan y
solo ella los percibe.
En su agradecimiento constante y a veces hasta penoso por
cada muestra de cariño que recibe. En su vulnerabilidad infantil y expresa.
Es cierto que es otra persona, cada vez más distinta de la
que fue, pero es la que le toca ser ahora.
Yes, there is an immense treasure behind this disease, and like any good treasure, even if it is Andean, it is hidden, and you have to keep looking for it without losing hope of finding that which solves our lives.
In my Mother's case, it manifests when she gets to play as a little girl with the bags we accidentally placed around her. Suddenly, we find her putting together dolls, immensely entertained and concentrated, like balloons to which she gives an imaginary form, serenely enjoying the result.
There are faces she finds all around; particularly in the food, there are always faces, in the shells on the beach, barbecued chicken, In the pumpkin puree.
In her immeasurable joy, she sees something colourful in the delight of the table with people.
There is also the perception of what is happening, that "sixth sense" that she develops, that she had not before so sharp, to insist on seeing someone who needs care, in the imminent dangers that threaten us and only she perceives.
In her constant gratitude, sometimes even embarrassing, for each sign of affection. In her childish and expresses vulnerability.
She is indeed another person, becoming increasingly different from what she was, but it is the one she has to be now.
No hay comentarios:
Publicar un comentario